A la doble moral de Paolo Vasile, consejero delegado de Telecinco, que arremete contra quienes le han birlado la Fórmula 1 cuando él ‘robó’ a Moreno, a Arguiñano, a Silvia Jato…

El consejero delegado de Telecinco, Paolo Vasile, es un magnífico empresario: las cifras están ahí. Y también está en las hemerotecas cómo ha forjado su éxito, a base de una estrategia empresarial marcada por la batalla cruenta, una agresividad mercantil sin precedentes, la presión sin tregua al rival, y unas prácticas profesionales que nunca han contemplado la posibilidad de dejar prisioneros. El resultado es una de las televisiones más rentables de Europa. Sin embargo, ahora Vasile anda un poco enfadado. El motivo es que el gran ‘mago’ de los derechos audiovisuales de este país y productor de éxito, Jaume Roures, le ha birlado la Fórmula 1. Si Vasile está enfadado y –por dos veces- ha puesto su grito en el cielo será porque alguien ha hecho trampas. En absoluto. El directivo de Audiovisual Sport ha ofrecido más dinero, simple y llanamente. ¿Qué sucede? Que los depredadores no se suelen tolerar. Y ahora Vasile se atreve a llamar “aficionado” a quién le ha dejado sin gallina de los huevos de oro y le acusa de “distorsionar el mercado”. Eso no, señor Vasile. Pataletas de patio de colegio, no. ¿O qué les dijo usted a los chicos de TVE y Antena 3 cuando –dando muestras de un ‘capitalismo rampante’- les ‘robó’ a golpe de talonario al cocinero Karlos Arguiñano, a Silvia Jato o al productor José Luis Moreno y su ‘Aquí no hay quien viva’? Les dijo que es la ley del mercado. Pues eso. Guindilla a la doble moral del depredador Vasile que, como gallo en el corral, no tolera que haya cerca otros de su especie.

 

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