A los siete energúmenos que profanan la tumba de Gregorio Ordóñez: los chicos de De Juana Chaos no tienen límites

Dejar que los muertos descansen en paz. Parece una demanda sacrosanta y al margen de creencias, dogmas u opiniones. Pues no. Para los violentos de ETA, no. Siete menores que, por la gravedad del suceso, parecen plenamente facultados para pasar una temporada entre rejas, han sido identificados por la Ertzaintza por su presunta implicación en los destrozos causados la madrugada del sábado sobre la tumba del dirigente ‘popular’asesinado por ETA en 1995, Gregorio Ordóñez, cuyo panteón quedó el viernes cubierto de flores tras un homenaje del PP. La ‘kale borroka’ de los colegas de De Juana Chaos parece no tener límites; no se detienen ante nada. Guindilla picante para los macabros.

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