La Policía Nacional ha detenido a 64 hinchas radicales de distintos clubes de fútbol que organizaban encuentros violentos antes de los partidos. Bajo la acusación de “desórdenes públicos y riñas tumultuarias violentas”, esta macrooperación denominada "Operación capucha" ha arrestado a ultras de cinco provincias españoles en cinco autonomías distintas: Burgos, Zaragoza, Madrid, Logroño y Pamplona.
El pasado 27 de noviembre se produjo la mayor de las peleas en el centro de la capital burgalesa; entre aficionados del equipo de la ciudad y los visitantes, en este caso provenientes de Zaragoza. Los indicias apuntan a que los dos grupos radicales de estas aficiones (la peña local Resaca castellana; y el grupo Ligallo) programaron el encuentro para pegarse. Este acontecimiento fue el germen que dio pie a la investigación que ha desembocado en casi una treintena de apresados.