A las personas que ensucian las piscinas públicas, por privar a los demás de poder disfrutarlas

Mujer tomando el sol en una piscina.

La piscina municipal de Ribera d' Ebre (Cataluña) se vio obligada a cerrar durante dos días sus puertas después de sufrir “reiterados episodios de defecación”, según ha informado el Ayuntamiento de la localidad. Para garantizar la salud pública de los usuarios, la institución tomó medidas de urgencia como controlar la entrada y salida del recinto, colocar detectores de orina en el agua o pedir a personas voluntarias que se encarguen de vigilar la piscina. Este es solo un ejemplo de esta mala práctica que se realiza en España. Además de atentar contra la salud de las personas, es una falta de respeto que obliga a las piscinas municipales a cerrar sus puertas, negando la diversión de todos. Guindilla a las personas que defecan en piscinas públicas.

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