Absurda censura

He leído que en ciertas escuelas públicas de educación infantil y con el beneplácito del Ayuntamiento de Barcelona se practica la censura. Se ha prohibido que se canten canciones navideñas y se hagan pesebres en las escuelas y se decore las aulas con motivos navideños. Si decir que esto es censura parece duro me pregunto, sin entrar en un profundo sentido religioso, ¿qué es, si no, querer esconder una tradición tan nuestra como es la Navidad? O peor aún (y sin duda más hipócrita) ¿disfrazarla?. Los nuevos ciudadanos, en nuestro caso catalanes, tienen el derecho a conocer este país tal como es y como ha sido. Enseñarlo está dentro de las obligaciones de los centros de enseñanza a todos los niveles. Y después en su casa que cada uno lo celebre (o no) como quiera. Ahora bien, si lo que el Ayuntamiento de Barcelona quiere es censurar, que hagan el trabajo bien hecho: que prohíban todos aquellos hechos culturales y personas con un referente religioso: la música gregoriana, la pintura medieval, renacentista, barroca... y las personas: Bach, Ramón Llull, Gaudí, el Abad Oliva, Jaume I, Dr. Tarrés, etc. Como padre de hijos mayores a estas edades no puedo quejarme al Ayuntamiento, pues no me afecta directamente, pero como ciudadano creo que tengo el derecho de denunciar este hecho que, más que ser respetuoso con todos, pasa a ser de laicismo acientífico y acultural. Nuestras tradiciones, bien practicadas no deben ofender a nadie que no quiera ser ofendido.

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