Amanecerá al día siguiente de las elecciones sindicales, y no será poco

Nota del autor: Todo parecido de la palabra “poco” con cualquier acrónimo, pasado, presente o futuro, es mera coincidencia.

Hoy, 10 de marzo, se celebran elecciones sindicales en la Administración General. No se cortan en celebrarlo, no.

Lo del título de este artículo de opinión no es gratuito esta vez, sí que me gustan los símiles cinematográficos, aunque sean del cine Español, esta vez, pues también es un subvencionado. Pero me viene a la memoria el actor Sazatornil, haciendo el escrutinio de las elecciones celebradas en el pueblecito de la película magistral, casi de culto, que fue la dirigida por Cuerda, “Amanece que no es poco”, diciéndole a los asistente en el local de elecciones, que ellos no habían ganado, que había ganado la policía (él era el cabo de la guardia civil), pero que daba igual, porque serían ellos mismos, en aquel sufragio también se elegía a la puta del pueblo, a la cotilla, al borrachín, y un simpar de personajes, la escena como les digo, es memorable, como toda la película, ¿o acaso vieron en alguna ocasión mejor alzamiento de hostia?.

Pues eso es lo que ocurrirá mañana en la Administración General, se elegirán los representantes sindicales que habrán de representar a los funcionarios durante cuatro años y un día, si lo digo así para que les suene a condena (que lo es en definitiva).

Representantes amparados por unos sindicatos que no es que no hayan sido capaces de parar la escandalosa inquina social contra los funcionarios en época de vacas flacas, sino que consintieron y miraron para otro lado, para el lado del bolsillo, siguieron con sus viajes de ensueño y comidas en restaurantes de no sé cuantos tenedores. Mientras cuando solo unos meses antes la se firmaba un acuerdo con los funcionarios, que luego se demostró que era un engaño, pues se lo pasaron por el arco del triunfo (éstos tíos… ¿tendrán arco de triunfo?, los sindicalistas digo).

Lo primero que harán nada más cerrar el escrutinio, será firmar las actas y quedarse con una copia que les ampare en futuras situaciones que para eso son gente muy protegida legalmente, para seguir, pidiendo los derechos y deberes, y ver cuantas horas pueden quitarse de trabajar para atender las labores propias de su cargo, y por supuesto, ir a presentar sus respetos al director de turno, para que sepa, que ahora ya se pueden tutear, y para donde tienen que ir los porcentajes de subvenciones en cursos de formación.

Los sindicatos, se han pasado las últimas fechas, dejándose ver, tímidamente, eso sí, que la gente está un poco mosca, pero poco, total, “un 5% de bajada de sueldo lo soporta cualquiera”, que por cierto, esto de la bajada del sueldo de los funcionarios, consentida por los sindicatos subvencionados, y por los que no, daría para hacer correr ríos de tinta, también, pero no teman, no solo en justificar su innecesaria, arbitraria y salvaje aplicación, si no, de las formas, pues prácticamente en aplicación de letras muy pequeñas, le descuentan casi lo mismo, a un funcionario de nivel A1 N26 que a un C2 N14, para los que no entienden de función pública, un Subdirector General y un Auxiliar Administrativo. Pero eso será otro tema, como digo, los representante sindicales, se han arremangado estos días, y tímidamente se han dejado ver, para supongo pedir el voto, incluso, sé, pidiendo candidatos a presentarse, que eso lleva un riesgo (¿Verdad Rita?).

A penas un panfleto llamando a la huelga general, que luego resulta que no es tan general, un bolígrafo, para encandilar, o una carterita con el emblema corporativo, o sindical, lo que sea para llegar a ese día de buena cara.

Y luego a vivir, a liberarse, a cogerse las horas sindicales, a hacerse amigo del jefe, para llevarse bien, eso en el caso de que el mismo elegido no sea el jefe, que también ocurre.

 

En definitiva, y como digo, otro engaño, otro circo, un gasto o dispendio de recursos innecesario, y esto es un hecho, porque para todo lo que en teoría pueden valer los representantes sindicales en la Administración Pública, luego lo desdice un Real Decreto.

Y en los mentideros funcionariales, se hablará al día siguiente de quien es el elegido, y de cómo aquel que lo fue hace unos años, luego dejó el sindicato y se hizo jefe de no sé qué, y ahora para hablar con él hay que echar instancia, y volverán los funcionarios, a sus expedientes, a sus horarios, y aplicación de la normativa vigente, en su quehacer, y seguirán los funcionarios siendo vilipendiados en la sociedad, porque tienen su trabajo fijo, y porque viven muy bien, como si lo que tienen se lo hubieran regalado o se lo dieran los sindicatos, sin tener en cuenta que un funcionario, es un servidor público, al que no ha nombrado el sindicato de turno (algunas veces sí, lo sé), si no que ha conseguido su plaza en base a unas oposiciones que no todo el mundo somos capaces de aprobar, y con mucho esfuerzo, y después de coger maleta y tiempo regresan a casa, en definitiva unos trabajadores honrados que hacen lo suyo, y no por 200.000 euros al año, a los que por ejemplo se les impuso hace unos años el Plan de Jubilación, que debería ser objeto de denuncia y querella por lo criminal, pues es un plan redondo, si, cero rentabilidad histórica acumulada, pero los gastos de gestión sí que se los cobran si, entre los depositarios y los gestores, ¿quieren jugar a adivinar quiénes son?.

Amanecerá el día 11 en y “el parque nacional de Yellostown, habrá dos nuevos ositos”, elegidos por el resto de animales, pero, no serán nuevos, seguirán siendo Yogui y Boo boo, convenientemente cambiados de piel o de uniforme, tal y como decía Sazatornil a los contertulios, en la película referida, y este episodio del Oso Yogui, ya lo hemos visto, es aquel en que se van a hacer amigos del guardia del parque, para poder robar a todos los visitantes sus emparedados.

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