Beligerancia penitenciaria

Hemos sabido, a través de los medios de comunicación, que el sindicato mayoritario de funcionarios de prisiones, ACAIP, ha ratificado su denuncia ante los medios de comunicación, sobre los graves incidentes que en varias cárceles están provocando los presos musulmanes.

Los radicales islámicos están formando una especie de mafia penitenciaria, se han apoderado de módulos, bibliotecas, escuelas, pasillos y otros espacios para sus practicas religiosas, llegando incluso a practicar instrucción paramilitar en el patio de la cárcel. Frente a esta situación la Directora General de Instituciones Penitenciarias ha calificado de "exageraciones las denuncias de los funcionarios, calificando los incidentes como de algo normal en el entorno penitenciario".

No sabemos si la responsable socialista de las cárceles considera también normal, por si fuera poco lo anterior, la noticia de que presos islamistas y etarras de la cárcel de A Lama celebraron la matanza del 11-M. No deja de sorprender esta pasividad del gobierno ante la formación de focos de activistas islámicos en las propias cárceles y la beligerancia mostrada contra la Iglesia Católica y su Jerarquía, contra la enseñanza de la religión en la escuela, con la retirada de ayudas a entes relacionados con el cristianismo. En todos los casos entidades promotoras de la convivencia, del civismo y de la paz social.

Parece que el "buen talante" es sólo para practicarlo con los enemigos del Estado y no con los súbditos leales. ¿No será que unos principios partidistas están haciendo perder al gobierno el que habría de ser el verdadero objetivo?.

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