Carod, un político impresentable

Siendo presidente en funciones de la Generalidad, Carod Rovira se fue a Perpiñán en donde se entrevistó en secreto con ETA. Acompañando a Maragall en un viaje por Israel, se fotografía con una corona de espinas, ofendiendo con ello los sentimientos religiosos de muchos catalanes y catalanas entre las que me encuentro.

Ahora en su visita a Portugal pide ayuda a este país, para lograr la Independencia de Cataluña. El diario lusitano de mayor tirada lo ha calificado de provinciano; creo que es poco; como político es un impresentable que nos provoca vergüenza ajena a muchos catalanes.

No me extraña que su partido, ERC, haya perdido muchos votos en las últimas elecciones; lo que no comprendo es que el señor Montilla continúe manteniéndolo como vicepresidente de la Generalidad.

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