En Cataluña vamos por delante
Ante la preparación de ley sobre el aborto libre una conciencia formada en los principios básicos fundamentales no puede ceder un ápice, puesto que está en juego la dignidad del ser humano, desde el inicio de la concepción hasta su muerte natural. Frente a los procesos políticos y sociales que pretenden un acostumbramiento y una deformación sistemática de la opinión pública, no queda otro remedio que recordar lo que define una condición del hombre rectamente entendida. La nueva propuesta legislativa en pos del aborto libre de hecho que en España, va a construirse a partir de la suma de pasos calculados.
El paso que el Comité de Bioética de Cataluña, que debiera cambiar de nombre y denominarse de thanatoética, defensor de la muerte, dio el mes de Septiembre pasado, no hace más que sembrar la semilla de la legitimación del asesinato amparado legalmente, amén de alentar futuras decisiones de los legisladores sobre unas acciones que repelen a la recta razón. El texto del informe del citado comité pide además que la sanidad pública, que pagamos con el dinero de nuestros impuestos, financie los abortos, con lo que se estaría haciendo un degradante uso del dinero de los contribuyentes.
