Células humanas

La difusión que los medios de comunicación están dando a la noticia de que en el Reino Unido se ha aprobado la clonación de embriones humanos con fines terapéuticos, entraña un peligro: el de dar falsas esperanzas a muchas personas aquejadas de enfermedades degenerativas.

Se afirma que con esta técnica se solucionará el problema del rechazo, pero no se dice que al transferir a la célula embrionaria el núcleo de una célula del paciente, el tejido que se origine tendrá la misma dotación genética que la de esa persona que se pretende curar, y que cuando la enfermedad tenga origen genético -es le caso de muchas de las degenerativas-, la curación no será posible.

También el profesor César Nombela ha afirmado que es demasiado prematuro para aplicar esta técnica, y que se está muy lejos de obtener resultados positivos mediante la misma. Todo ello al margen de los problemas éticos que plantea la clonación de embriones, pues si estos tienen la dignidad de un ser humano, parece claro que no se puede sacrificar un ser humano para curar a otro. Por otro lado, ¿por qué se silencia que los experimentos con células madres adultas están mucho más adelantados además de no plantear objeciones morales?

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