Consejo útil para todo tipo de relevos

Hace unos días me envió un amigo, docto en temas históricos, una cita de un militar español del siglo XIX, en relación a los momentos de incertidumbre política en que estamos sumidos en nuestra Nación, y que es digna de analizar. Pues bien, como en todas las circunstancias de la vida, nos aparecen de forma inesperada algunos individuos que hacen que el desarrollo de la historia tome un rumbo que perjudica considerablemente, a una gran mayoría de personas que solamente queremos un bienestar social, un trabajo digno y sobre todo una buena administración que haga que nuestro país avance y se vayan creando esos puestos de trabajo que se perdieron.

Ahí va la cita y con ella, líbreme Dios el ofender a alguien.

“Fue famosa la aversión del duque de Valencia [general Narváez] respecto a los cortos de luces y de saber. Cuando creyó que Luis Fernández de Córdova iba a formar Gobierno le hizo una sola recomendación: Que no entrara en él ningún tonto; porque la tontería –escribió- no tiene cura y, además, se contagia”. 

La consideración hacia los demás, el sentido de la razón y de la responsabilidad, se nos está yendo de las manos, y esas manos de nuestros representantes políticos se están desuniendo, en vez de aglutinar todas las necesidades reales de una ciudadanía que pide a gritos un consenso para poder seguir viviendo en armonía y respeto.

Insisto que si queremos salir de este atolladero, debemos de apartarnos de los necios y de los pánfilos, de los que carecen de sentido de compromiso, pues nos saldrá muy caro haber confiado en ellos.

Cita de un gran amigo:

“Debatir con tontos no es buena cosa. Si debates a tu nivel con un tonto no te entiende. Y si te bajas a su nivel ahí te gana ya que es especialista en tonterías. Por lo tanto, hay que huir de los tontos”.