Con la Constitución no somos idiotas

Las juventudes de ERC celebran el día de la Constitución invitando a los transeúntes a arrancar una página del propio texto constitucional, mostrando una pancarta con el lema "basta ya de españolismo" (¿?) y a favor de la independencia, al tiempo que gritan "español el que no bote". Esas juventudes hacen en la calle el ruido que sus líderes hacen en las tribunas y en la prensa, de manera que los responsables últimos son los mismos. Dirigen sus operaciones los que suelen ocultarse mientras sus huestes insultan a la soberanía popular, aunque no siempre sea así. Alguno de ellos asalta piscinas ajenas con su acreditación de diputado en la boca para, un tiempo después, hacerse acompañar por un compañero de fatigas a retratarse como auténticos libertadores en plena vía pública. Siendo malo, eso no es lo peor. Lo grave es que individuos así sean socios del gobierno de la nación. El mismo día que sus cachorros destrozan ejemplares de nuestra Constitución en la calle y revindican la "autodeterminación", el presidente Zapatero, su socio, dice en el Congreso que nuestra Carta Magna "es una llave para la libertad". No sabemos la de quién. Este hombre sigue creyendo que todos somos idiotas.