Credibilidad de políticos y jueces

Soy un ciudadano de a pie que no entiende de política ni de los rifirrafes entre los diferentes partidos. De ninguna de las formas que intente mirarlo logro comprender que, lo que para unos es blanco para otros sea negro, que la culpa sea invariablemente del contrario y que jamás sean capaces de reconocer que se han equivocado en algo. Todavía me cuesta más encontrar alguna lógica a que los dirigentes de Batasuna hace unos meses no fueran culpables de nada, y ahora, sin haber cambiado la ley, se les pueda meter en la cárcel; y que, según afirman los que mandan, esto no tenga nada que ver con cuestiones electorales.

Si en las próximas elecciones -y posiblemente en las siguientes- no voy a votar, no será por comodidad o desidia; será porque los políticos para mi han perdido la credibilidad. Al fin y al cabo es mi derecho: pasar de ellos; pero por desgracia no puedo pasar de la Justicia; por ello lo que más me duele es que haya jueces y fiscales que les hagan el juego a los políticos.

Y que nadie me hable de la independencia del poder judicial, viendo el interés de los partidos en colocar a los vocales afines a los mismos en el Consejo General y en el Tribunal Constitucional.