Educación: diálogo de sordos

Mientras no se entiendan las objeciones y continúen utilizándose los mismos argumentos del gobierno, el dialogo necesario para llegar a un consenso de los contenidos de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, como ha recomendado la Unión Europea, continuará siendo un diálogo de sordos

Estos días pasados, en diversas tertulias radiofónicas se ha estado discutiendo sobre la Educación para la Ciudadanía. Me ha llamado la atención que los partidarios de la misma, reprochan a los obispos que, al oponerse a ella, se están oponiendo también a la educación cívica y en los valores humanos y constitucionales de nuestra juventud. En personas cultas que configuran la opinión pública cabría esperar que estuvieran mejor informadas.

Si hubieran leído el comunicado de la Conferencia Episcopal sobre este tema, sabrían que los obispos no se oponen a esos aspectos de la signatura, que les parecen muy bien, sino a otros de carácter ideológico y ético - como la concepción de la sexualidad y del matrimonio, entre otros- que suponen una intromisión en el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones morales y religiosas.

Lo mismo ha dicho la Federación de Catedráticos de Instituto, la cual no se opone a los aspectos meramente informativos de esta asignatura, pero considera muy peligroso el que los profesores se tengan que inmiscuir en aspectos de conciencia de los alumnos, puesto que han de calificar actitudes, o en concepciones ideológicas que por su misma naturaleza son opinables.

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