El Español errante: el buque fantasma

Ominoso vacío a la Armada española, el que le ha hecho el presidente en sus felicitaciones navideñas. La ubicuidad tecnológica ha puesto en contacto a los militares españoles en Afganistán, Pakistán, Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Haití y La Antártica, con su mediático presidente. Los mares por aquello de la definición de aguas internacionales, privan a los marinos españoles de la felicitación al estar en tierra de nadie. La Álvaro Bazán en apoyo a la flota norteamericana, hizo caso omiso a la tempestad del Irak gubernamental. El Vanderdek español se ha convertido en el español errante, abandonado a su suerte. Es el buque fantasma que vaga eternamente por los mares para su propia virtual desgracia y el de los que lo divisan. El Gran Jefe al almirante no le dio ordenes de entrar en la tormenta guerrera. Es el barco de la hipocresía del "No a la Guerra", con troneras no silenciosas silenciadas. El español ante el mundo, como siempre errante.

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