El Estatut se cobra víctimas

El PSC hubo de cambiar su lema de campaña y el propio Gobierno de la Generalitat fue amonestado varias veces

El referéndum del Estatut de Cataluña ya se ha cobrado la primera y anunciada victima, el Presidente Maragall. Cuando las cosas se hacen mal suelen acabar mal. El PSC hubo de cambiar su lema de campaña y el propio Gobierno de la Generalitat fue amonestado varias veces, la última el día antes a las elecciones, por la Junta Electoral Central. Con todo, estas cosas no han sido las más graves.   Lo peor fue la exclusión y las agresiones que han sufrido las fuerzas defensoras del no, excepto ERC, al Estatut, así como los insultos de catalanofobia que deben soportar quienes discrepan de los postulados nacionalistas, especialmente del nacionalismo socialista.   Ante tales hechos es oportuno recordar que las democracias sólo funcionan en sociedades cuyos miembros reconocen el derecho a la libertad de pensamiento que está en la base del pluralismo de las ideas. La vida de los catalanes en común, a la que el Estatuto de Cataluña debe servir, gracias a Dios no requiere la unidad de pensamiento.   Si ello fuera así, el propio Estatut estaría deslegitimado por tratarse de un texto ideológico y excluyente alejado de los postulados básicos de la política del Bien Común. Menos mal que la campaña ha acabado y esperemos que los insultos también, aunque, por lo visto y oído la misma noche electoral, en la actitud de los miembros más relevantes del PSC parece continúan aferrados a su nacional socialismo exclusivista.

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