La Iglesia y el preservativo

Dicen que la Iglesia está en contra del preservativo. Y tienen razón. En esta época estival en la que se multiplican los contactos sexuales, los portadores de enfermedades venáreas o de SIDA deberían ejercer la abstinencia, pues la protección del preservativo ha quedado en entredicho por el mundo científico.   La Iglesia es consciente de este peligro y fiel al mandato de Cristo sólo considera lícita la sexualidad dentro del matrimonio y abierta a la vida. (Si bien acepta varios sistemas como el Billings, el de la temperatura basal o el sintotérmico para posponer un embarazo siempre que existan razones de peso).   No en vano Dios se dirigió a la primera pareja después de bendecirlos con estas palabras: "Multiplicaos y llenad la tierra". En la actualidad la desobediencia a este precepto ha deshumanizado el acto sexual, aislándolo de la procreación. Las consecuencias serán nefastas para occidente que sufrirá una rebaja poblacional millonaria en las próximas décadas debido a la escasísima natalidad de sus ciudadanos.