Indecisión y brumas políticas

Cada cual es libre de sacar sus propias conclusiones del primer debate televisado a cuatro bandas, en el cual no tuvo a bien comparecer quién prefirió jugar a Presidente para no generar más dudas entre sus electores; un acto en el que primo la poca efectividad de este a servir como anticipo a la decisión de los votantes que desde el comienzo del mismo asistieron a un tira y afloja continuo de los socialistas con el Sr. Rivera y del líder de Podemos sudando la gota gorda para no caer en ese discurso soberbio al que nos ha tenido acostumbrados.

El ejemplo de sobriedad al que quiso apelar en esta representación televisiva y que se antoja impropio del Sr. Sánchez tan solo le valió para incidir aún más en la falta de previsión en sus notas sabedor de las preguntas que iban a aparecer en el debate, incidiendo demasiado en la mala política del partido aun en el Gobierno, lanzando misivas constantes a Ciudadanos con las que intentar ganar terreno en sus alegatos de corrupción dentro de la formación de la Sra. Santamaría y dando por desaparecidas las de su propio partido. Algo que no consiguió sin duda Pedro Sánchez fue granjearse la confianza de un cierto número de votantes indecisos que se mostraron escépticos ante la marcha de la tertulia en cuestión.

Lo que no acertó ninguno de los partidos en liza fue destruir las argumentaciones de Soraya Sáez, enviada a una lucha que se predecía sin cuartel, consiguió salir ilesa de la misma sin perder más de lo que ya de por sí tenía su Presidente perdido de antemano, bien recostado en el sillón frente al plasma y viendo por la ventana que las brumas de Doñana profetizaban una digna salida del meollo en el que había metido a su vicepresidenta.

Las cuestiones primordiales como el empleo, la educación o la sanidad pública se perdían en un entramado de despropósitos que al final eran los mismos, un Pacto de Estado necesario y un alegato por la Formación Profesional de los estudiantes así como una óptima atención a los docentes para que estos se mantengan informados de las temáticas a impartir. De ahí salieron otras alusiones al dinero robado por las “viejas glorias políticas” con el cual se podrían abrir surtido de recursos las partidas para ayudas escolares o no hubiesen sido necesarias las subidas de las tasas universitarias, de Erasmus no se habló claro, al fin y al cabo, “como para pedir peras al olmo estaba el asunto”, debió pensar el elocuente líder de Podemos Sr. Iglesias.

El debate más fácil lo tenía sin lugar a especulación alguna Albert Rivera, el ganador de apoyos en todas las encuestas mantenía su característica sonrisa de saberse vigilado por miles de ciudadanos y ciudadanas que ven en él y sus ideas una salida beneficiosa de la crisis en la que estamos inmersos. No debemos confundir la imagen de generosa flema política de un líder que motiva a sus seguidores con algunos proyectos inviables si es proclamado Presidente el próximo 20-D, con la realidad previsible una vez transcurrido el período electoral; al igual que con la izquierda nada moderada de Podemos vemos a todas luces sus intenciones en acabar de un plumazo con la riqueza de cualquiera que gane más de lo que él ingresaba como profesor universitario, es la derecha moderada la que aunque no les guste oír la exigua definición de “marca blanca del PP”sus objetivos podrían estar aún en las carpetas escondidas bajo llave como ocurrió con el programa electoral anterior cuando la gente se fio del Sr. Rajoy catalogándole de único hacedor de Calidad de Vida y Bienestar Social de todos los que se presentaron a candidatos; por ello tal vez, la principal figura de C´s recurrió a la mesura para no soltar improperios de los que más tarde se hubiese arrepentido, sabedor de que las demás formaciones alentarían su acalorado rumbo en algún momento de la noche, algo que a su estrategia le vendría de maravilla.

Los datos esgrimidos por los socialistas venían a demostrar que su afán durante todo el debate eran los mismos, descalificar al PP representado por una vicepresidenta que gano puntos según pasaban los minutos y ninguno de los contrincantes la sacaban de sus casillas. Alguna que otra intervención del sr. Iglesias desembocó en una ligera réplica de la Sra. Santamaría ofendida por los razonamientos de este opositor.

Si alguien pensaba sacar más conclusiones de un debate televisivo como el de la pasada noche, se quedó a verlas venir, fue una pequeña remesa de intenciones variopintas a las que la moderación no tuvo que poner límites y la vicepresidenta al igual que sus opositores no tuvieron que esforzarse en demasía para terminar dándose un apretón de manos, dos besos, una sonrisa displicente, una mirada ladina y un hasta el día 20.

Y como el asunto va de debate en debate, de despropósitos a improperios y de tachaduras a menciones alternas no podían ser más integrantes los que se sumasen a la cómo piensa el Presidente del Gobierno Sr. Rajoy, “mesa del debate por el poder legítimo”; una mesa coja por la falta de personajes intervinientes que tienen que decir muchas más verdades que mentiras escucharemos en el transcurso del mismo.

A ver si al final, van a tener razón esos líderes novedosos que han aparecido en escena y tengamos que mostrarnos de acuerdo en algunas de sus acepciones a la hora de dirigirnos a los debatientes del próximo evento como protagonistas de “políticas viejas”, no utilizando está definición de manera insultante sino tan real como objetiva.

 

Juan Antonio Sánchez Campos

Video del día

El coche 100% eléctrico no se acepta en España. Representan
el 1,3% del total de matriculaciones de turismos
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato