Linchamiento inquisitorial

El catedrático Aquilino Polaino está sufriendo un auténtico linchamiento mediático tras su comparecencia ante el Senado. Pero no por sus convicciones morales o por ser coherente con su condición de católico. Sus opiniones las fundamentó científicamente -como dejó bien claro en sus declaraciones, contestando a las preguntas de un miembro de la comisión-, y nadie supo contrarrestarlas con argumentos. Ni en la comparecencia ni posteriormente en los medios. Ha sido linchado por ser coherente con los conocimientos a los que ha llegado con su experiencia profesional y por los estudios de otros destacados especialistas internacionales, cuya referencia aportó y que nadie se ha preocupado de leer o contrastar. Y lo ha sido sobre todo, por no plegarse a la dictadura de lo políticamente correcto.

El linchamiento moral al que se le ha sometido parece más propio de los tiempos de la Inquisición que del periodo de diálogo, tolerancia y buen talante que nuestro gobierno ha instaurado.

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