Nuevo presidente, pero no cambiará nada
Algunos medios han calificado el relevo del cardenal Rouco por monseñor Blázquez en la presidencia de la Conferencia Episcopal, de "vuelco" y de "cambio espectacular". Me parece que analizan el hecho más en clave política que eclesial. Y además los comentarios que se hacen manifiestan bastante ignorancia.
El que haya cambiado el Presidente y la comisión permanente de este organismo no va a suponer ninguna modificación en las posturas que la misma ha mantenido hasta ahora en cuestiones doctrinales y morales. Porque por su propia naturaleza estas cuestiones son inmutables. Por lo tanto no van a cambiar sus opiniones sobre la ampliación del aborto, el matrimonio homosexual, el uso del preservativo, la destrucción de embriones o las clases de Religión.
Además las Conferencias Episcopales no tienen jurisdicción alguna sobre los obispos diocesanos. Su función es sólo de coordinación y representatividad. ¿Quiere esto decir que no cambiará nada? Puede cambiar el talante con que se expresen y defiendan las mismas posturas. En ese sentido el nuevo presidente ha declarado que quiere "proclamar y defender la verdad con amabilidad"
Ojalá el gobierno que tan agresivo se ha mostrado hasta hace poco con la Iglesia sepa responder de la misma forma.