Obituario inconcluso del ciclismo

Tan noble deporte como fuera. Tan noble deporte como, pese a algunos, seguirá siendo, o no. Porque hay agujas, transfusiones y sustancias, que lo infectan, que lo acosan, que lo intentan destruir.

Mas no pueden, pero casi. Y vuelve arriba. Que si escala, que si esprinta, que si pedalea contra el reloj. Vibra el público, la afición, ante nuevas figuras emergentes, y renace la ilusión. Pero, de nuevo, vuelve el coco que todo lo devora, que todo lo pudre. Lo exterminan, lo encarcelan. pero no. Como un cáncer, que se extirpa y luego vuelve, va y asoma, más rabioso, peligroso, cuasi mortal. Ora Riis, ora Landis, ora Vinokourov. Qué más da. Todos asestan una nueva puñalada al maltrecho cuerpo de ese espectáculo sobre ruedas que aún pedalea, aunque moribundo, casi cadáver.

Es bien cierto ese dicho popular: "a perro flaco, todo son pulgas". Y es que al ciclismo no hacen más que chuparle la sangre y lo tienen consumido; entre pulgas, garrapatas, y otros malos bichos que se acercan con su traje, con su bata o su maillot y su culote. El que anima, el que idea, el que pincha o el que se deja. Tanto dan. Y, después, se opina, se discute, se critica, y se dice que se piensa qué hacer para evitar que el desastre se repita. Pero no hay respuestas, ni soluciones definitivas, ni siquiera temporales.

Y una y otra vez, como al inicio pero peor, vuelve la historia a comenzar o quizá, algún día y por desgracia o por fortuna, dependiendo de quién gane si el perro flaco o la garrapata, a terminar. Descanse en paz si se muere, y si no: ¡qué viva por siempre!

 

Video del día

6 de cada 10 de los que van en bici o en
patinete en ciudad no llevan casco
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato