Obsolescencia programada
Todo estaba previsto y planificado para hacer estallar el sistema financiero, y lo han conseguido. Así como un producto se fabrica limitando su vida útil para obtener mayores beneficios, un grupo de poderosos especuladores ha concebido un plan para sacar provecho de la miseria ajena. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? La culpa de la crisis la tenemos todos (aunque claro, unos más que otros). Algunos viviendo a todo tren y empufándose a créditos para mantener su status de cara a la galería… Otros hipotecándose pensando que sus condiciones laborales se mantendrían de por vida... Pero las entidades financieras no tienen perdón: se creían que jugaban en un casino donde “la banca nunca pierde”, pero no contaban con los morosos. Pues lo siento, pero estoy harto de que les rescaten con miles de millones de euros, para que luego nos pasen por nuestra cara sus resultados de beneficios. No han utilizado el dinero del rescate para reactivar la economía concediendo créditos a los autónomos y a las PYMES, sino para tapar sus propios agujeros. Todos estamos en un pozo profundo y con la tapa cerrada, pero a río revuelto... sólo unos pocos tienen las cañas de pescar como para adquirir empresas e inmuebles embargados a precios de ganga. Esta gente además suele permanecer en la sombra, siempre al lado de los mandatarios políticos para manejarles a su antojo, pero no tan cerca como para acompañarles en sus descalabros electorales. Siempre están ahí y siempre estarán, este caso es una excepción en la obsolescencia programada, porque su vida útil es ilimitada. 15M ¡Sálvanos! Y líbranos del mal… Amén.
