Premios Goya: mucho ruido y pocas nueces

Se está hablando mucho de la ya pasada gala de los premios Goya, en gran medida a modo de crítica. Por culpa de esto estamos consiguiendo lo que pretendían al montar aquel paripé: que se hable de ellos, que sus mensajes políticos lleguen a nuestros oídos, circulen por nuestras bocas y en definitiva que estemos haciendo eco de su sectarismo hipócrita, como si fuera importante para nosotros.

¿Qué interés merecen unos desprestigiados premios de cine? Ignoremos lo que no merece nuestra atención, obviemos la fatalidad de unos ruidosos alborotadores y se darán cuenta de lo ridículos e irrelevantes que resultan tanto ellos como sus hipocresías políticas, sus mediocres producciones y su mezquina ceremonia. De esta manera acabaremos con el lamentable espectáculo en que han convertido a la fiesta del cine español.

Vídeo del día

Isabel Díaz Ayuso: El Dos de Mayo muestra un Madrid "resonante"
y una España que nunca se rindió