El Titanic andaluz

La última ocurrencia de nuestro emérito Gobierno andaluz (PSOE desde hace 30 años) es vender el “turismo náutico” en los principales salones de Europa.

O sea, viajes, dietas y comilonas “a tuti plein” para promocionar unos puertos directamente gestionados por la Junta de Andalucía, que – gracias a su política social – están más vacíos que un agujero negro en la constelación de Géminis.

Desde hace tres años, nuestra querida Consejería de Turismo y Comercio, gestionada por mentes brillantes y preparadas (en sentido figurado), ha subido el precio de los atraques de sus puertos, un 50%.

Más tarde, observando in situ el desastre de esta absurda política, bajan las tarifas un 20% - en el mejor de los casos -, con lo cual, la diferencia neta es una subida desproporcionada para los navegantes de recreo españoles, de un 30%.

Y ahora, precisamente ahora, cuándo cualquier navegante deportivo que se precie, visita o recala en los numerosos puertos deportivos PÚBLICOS de nuestra querida Andalucía, no puede por menos que concluir que están prácticamente vacíos y que los pantalanes construidos con el dinero de todos los andaluces, sólo sirven para cementerio de defecación de las gaviotas.

¡¡¡Andalucía imparable!!!

Una vez arruinados de cara al turismo nacional, los puertos deportivos que jalonan todo el litoral de Andalucía, no se les ocurre a nuestros “padres de la patria andaluza”, otra cosa que firmar un “convenio de colaboración para reforzar la integración de los puertos deportivos andaluces en la oferta de turismo náutico de la Comunidad Autónoma y potenciar su proyección internacional en los principales certámenes especializados de Reino Unido, Francia y Alemania “.

La ínclita consejera (con a) Doña Elena Cortés, se permite el lujo de decir:

“....que Andalucía reúne "una amplia oferta portuaria de gran calidad por instalaciones, servicios y gestión sostenible", por lo que ha considerado que este acuerdo supone "un paso fundamental para aprovechar los atraques de los que ya disponemos para atraer turistas extranjeros e incrementar su ocupación".

 

Es decir, los puertos deportivos, construidos y gestionados, con dinero de los andaluces, se ofrecen a los mercados inglés, francés y alemán, que son los que tienen la pasta y a los navegantes deportivos españoles, que les den por dónde la espalda pierde su compostura.

Inaúdito, pero cierto.

Y cuándo nuestros camaradas europeos, recalen en Andalucía y observen de primera mano, la dejadez, la desidia y la burocracia que impera en estos “hermosos” puertos, que no nos sorprenda que la marca Andalucía sólo esté por encima de la de Tanzania y por debajo de la de Costa de Marfil.

Ahora, eso sí, ambos consejeros (muy andaluces ellos) dirán – con toda propiedad - “qué me quiten lo bailao”.

Spain is different....Andalucía....too much.

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