Valencia, otro hueso

Madrid no es el único problema que se le plantea al PSOE. Utilizando las encuestas, esos instrumentos que tanto gustan en política y en especial en Moncloa, el PSPV no levanta cabeza en la Comunidad Valenciana. Como mínimo es para hacérselo mirar. Con Camps, Fabra y Ripoll acosados por la Justicia, cubiertos por la sombra de comportamientos ilícitos, la formación socialista no sólo no recorta distancias, no. Todo lo contrario. Los resultados de las consultas otorgan un mayor número de representantes al PP. Alarte y los suyos no parecen tener enjundia suficiente para desbancar a los dirigentes populares, por muchas causas que tengan abiertas en contra de ellos. Uno podría pensar que son capaces de ganar incluso desde la cárcel.

Puede tratarse, que se trata, de una cuestión de imagen y de candidatos. Puede tratarse, que se trata , de la ausencia de programa. Puede tratarse, que se trata, del daño ejecutado, que no ejercido, por el gobierno central socialista. Puede tratarse, que se trata, del recuerdo de la etapa socialista de Lerma y Ciscar, tan nociva para Alicante y Castellón. Puede tratarse, que se trata, del recelo que provoca hoy en día cualquier cosa que suene a Zapatero y los suyos.

Sea como sea, poco tiempo le queda al PSOE para proponer algo que merezca atención y genere ilusión. Es como si en la Comunidad Valenciana se prefiera antes al ladrón conocido que al torpe por descubrir.

Vídeo del día

Feijóo confirma a Dolors Monserrat, que repetirá como
candidata del Partido Popular a las elecciones europeas