Zapatero no tiene quien le crea

Zapatero se limita a decirnos que el pesimismo no crea puestos de trabajo, pero ya nadie (ni si quiera su poderoso entorno mediático) es capaz de parar la psicosis de crisis. ZP nos dibujó hace muy poco tiempo un país de cuento de hadas ... pero el cuento se le está acabando. Posteriormente negó la realidad de la crisis y después echó las culpas a circunstancias fuera de su control. La responsabilidad de la crisis económica fue primero cosa de Bush y ahora de Trichet. Y José Blanco nos anima a un profundo acto de fe en su política de propaganda, insistiendo en que la economía española se mantiene fuerte y que el sistema financiero nacional goza de una excelente salud y fortaleza.

Durante más de una década hemos estado creciendo por encima de la media europea y ... nos lo hemos creído. En vez de crecer por aumento de la productividad, subía el PIB a base de aumentar empleo, principalmente en la construcción, un sector con escasa innovación. Y el otro motor de la economía española era el consumo interno, que ha disparado las importaciones y el déficit comercial hasta establecer un auténtico récord mundial, que roza el 10% del producto nacional bruto.

Por cierto, ayudaría a moderar los precios de los carburantes una rebaja de la fiscalidad de los carburantes y, aunque el margen no es muy grande porque una parte de estos impuestos, el IVA, viene fijada en buena medida por la Unión Europea, sí hay otra parte que depende exclusivamente de las instancias internas.

Un gobierno como el de Zapatero, sin iniciativa alguna en asuntos económicos, con la improvisación por bandera y con la desconfianza ante su alegre aumento del gasto público, sólo puede agravar la crisis de nuestra economía, que precisa de un gobierno solvente en materia financiera para afrontar un cambio de ciclo de la economía española.