Una andaluza indignada

Ahora que tan de moda están los “indignados” no siendo justificada en la mayoría de los casos su indignación, no puedo permanecer impasible ante lo que lamentable y desgraciadamente está sucediendo en Andalucía, es inaudito, vergonzoso y descarado, que se les recorte el sueldo a los funcionarios de carrera y al personal interino y laboral que han entrado objetivamente en la Administración, de forma tan injusta y brutal, mientras al personal laboral de las famosas Agencias o sea a los elegidos a dedo por el partido en el poder, quedan impunes a tales recortes, no teniendo en cuenta, los muchos años de sacrificio y esfuerzo que les ha costado a los funcionarios las oposiciones.

No hay derecho, que tengan que verse así cuando la culpa de la situación que estamos viviendo es única y exclusivamente del partido que con su mala y pésima gestión ha llevado a España a la ruina más absoluta jamás conocida en la historia reciente. Y no se trata de defender o criticar comportamientos ideológicos, lo mal hecho, mal está, lo haga quien lo haga, y una cosa es bien cierta, no se puede vivir por encima de las posibilidades, no se puede gastar lo que no se tiene ni se ingresa, aunque a todos nos guste aspirar a más.

Basta de demagogias, y no querer someterse a las recomendaciones del Gobierno Central, España es una y todos configuramos el ESTADO.

¿Cómo es posible, que no se quiera aumentar la ratio de alumnos establecida actualmente en 21, cuando la hemos conocido superior y la calidad y el nivel educativo han sido muy superiores?

A nadie se quiere privar de las becas que le correspondan, ahora bien, no debemos estar dispuestos a costear malos estudiantes y vagos que suspendan una y otra vez y que se embolsan los 6.000 euros del ala y no aparecen por clase.

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Y en Sanidad hay que priorizar, y no ser el segundo país consumidor de fármacos de Occidente y visitar al médico el doble que la media de la Unión Europea.

Sí, Sres. estoy muy pero que muy INDIGNADA, estando convencida de que motivos no me faltan.