Si la autoridad lo permite y el tiempo no lo impide... ¡Otro gallo cantaría!

Manifestación.
Los manifestantes se olvidaron de darles un repaso a los de Ferraz. Ya que la ciudadanía estaba en la calle, no hubiera estado de más un tirón de orejas al gobierno.
 

No han tenido tiempo de pasarse los manifestantes de Génova por Ferraz. Así hubieran matado dos pájaros de un solo tiro. El esfuerzo de desperezo del gentío merecía la alegría del tirón de orejas, al mismo tiempo, a los socialistas de Ferraz e inquilino -casi okupa- de Moncloa. No ha sido fácil espabilar a estos ciudadanos inquietos por las tropelías de un puñado de políticos. El PP lo ha conseguido. ¡Es que en España hay arte!

El esfuerzo ha debido ser grande por parte de la ciudadanía que se ha tirado a la calle, y antes se resistía a poner el mingo, aunque motivos graves haberlos, "haylos". La gente no está por utilizar el derecho a manifestarse y exigir la Soberanía del Pueblo. Pero esta vez sí. Ahora se trata de ir contra su propio partido, y esto parece más de andar por casa.

Hasta aquí, este artículo tiene tufillo de echar un salvavidas a los dirigentes de los mal llamados 'única alternativa de gobierno'. Muy lejos de ese aparente olfato van dirigidas estas letras. Lo que pasa es que España es tierra de Quijotes, y cuándo esperamos la reacción humana, la respuesta callejera y el puñetazo en la mesa de la sociedad civil, la población parece que ni siente ni padece. Y mira que la situación de salud, economía, social y política, no es fácil de empeorar, ¿o sí?.

Sin embargo, in extremis y cuándo todo hace indicar que la unión de la derecha lo tiene todo ganado, con la ilusión de muchos para evitar la muerte súbita, va y aparece, 'por arte de magia', el caso del hermano de Isabel Díaz Ayuso y sus 55.850 euros por las gestiones de las dichosas mascarillas. ¿Haberse visto más infortunio, menos sensatez y ridículo en cuadrilla?

Sobre todo, por qué Tomás - ahora es de la familia- lleva 27 años con sus gestiones comerciales de similar guisa. Pero, más torpe es, si cabe, que Pablo Casado Blanco no actuara con ingenio, lucidez y coordinación junto a Teodoro García Egea y sus asesores. Son unos pocos, eh.

Entre todos, -todas y todes-, provocaron una sucesión de errores en cadena, que desemboca en tragedia popular, mientras la retina pierde de vista los tejemanejes del padre de Sánchez, la imputación por prevaricación y malversación de la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, los incívicos acuerdos del Presidente con pro-etarras y separatistas, o la gestión calamitosa de la pandemia.

Sin olvidar la consigna mítica del 'tomador del cielo por asalto' de Pablo Iglesias, los millones de euros tirados a la basura de Salvador Illa,' el mensaje 'en la manifestación nos va la vida' de la Carmen Calvo o el maletero de José Luis Ábalos. Todos ellos - ellas y elles- cuasi desaparecidos, pero podían ser protagonistas de manifestación pública en concepto de 'faltas de responsabilidad social y política', e incluso por inacciones, ineptitudes y hechos que probablemente pueden ser constitutivos de delitos, por ejemplo.

En esta ocasión sí, miles de ciudadanos -presuntos populares- derrocharon coraje y desafiaron a los suyos. Que digo yo; no está mal hacer pagar tan nefastos errores a tan altas instancias -séptima planta-, pero si esa energía igualmente se empleara para protestar por las gestiones de este gobierno y las desdichas de Sánchez, otro gallo cantaría. Aunque todo se andará. Siempre si la autoridad lo permite y el tiempo no lo impide.

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