¡Qué buena cosa es pensar como un niño!

Revisando los exámenes semanales de mi hija Ana, observo la pregunta que la tutora le ha hecho en su control semanal de religión.

¿Qué vida vale más la de un ancianito enfermo en el hospital? o ¿la de un padre de familia que tiene cuatro hijos?

La respuesta de una niña de 8 años: "las dos vidas, porque los dos tienen almas y son hijos de Dios". Ojala, algún día todos pudiéramos ser un poco más niños, y entender que la vida del prójimo vale tanto como la nuestra, sin hacer distinciones.

Vídeo del día

Abascal: “Hemos asistido a un bochorno internacional de consecuencias incalculables”