Carta a Su Majestad el Rey de un soldado

Marcha de militares del Ejército de Tierra.
Marcha de militares del Ejército de Tierra.

Majestad:

Unos de los recuerdos más bonitos que me llevo tras mi paso por el Ejército es, cuando por aquel entonces, fui el fotógrafo Institucional del Mando de Canarias, para cubrir los Actos Conmemorativos, por el V Centenario del Regimiento de Infantería Ligera, Soria 9, el cual es el más antiguo de toda Europa. El mismo fue Presidido por su antecesor, el Monarca D. Juan Carlos I de Borbón. Recuerdo estar en la entrada del Acuartelamiento esperándolo. Al llegar, la emoción recorrió mi cuerpo. No podré olvidar ese momento, ir durante todos los Actos al lado de S. M., fotografiando todo y apenas, a un metro de el. Luego más tarde, de igual manera se me encargó, la realización de redactar para la Revista Militar Hespérides, el artículo del ya mencionado homenaje a ese Regimiento de Infantería Ligera.

Majestad. El próximo lunes día 3 de febrero a las 11 de la mañana, comienza mi Huelga de Carácter Indefinido, en las inmediaciones del Congreso de los Diputados en Madrid, para reclamar lo que es Justo, la reparación del daño Causado por la Persecución sufrida y del mismo modo reclamar, la reapertura de todas mis Denuncias interpuestas a mis maltratadores que por cierto, gozan de plena libertad, y siguen ejerciendo sus funciones como Militares dentro de nuestro Glorioso Ejército.

Creo, y se lo digo con todo el debido Respeto y Subordinación que le debo qué, la Justicia Militar debería de desaparecer en tiempos de paz. Los Militares y Guardias Civiles, son muchos de nuestros héroes, y nos hemos sentido en muchas ocasiones desvslorados y abandinados. ¿Por qué, un ciudadano de a pié en nuestro País, tiene el derecho de gozar de nuestra Justicia Ordinaria y nosotros no? No somos ciudadanos de segunda Majestad.

Si no ha de desaparecer al menos, sí hacer cumplir en su totalidad, los artículos que se recogen en el Código Penal Militar Español. Porque el problema es, que siempre se cumple para los mismos y a raja tabla, los Subordinados pero a su vez y muy tristemente, cada vez vemos como más va ocurriendo, al Militar de alto grado, la citada Justicia siempre lo Ampara, Protege, y Oculta sus atrocidades, aunque como en mi Caso existan pruebas que son demoledoras. Creo, que actuar así, y no condenar cuando lo merece el Mando, es empoderar aún más a un maltratador.

Fíjese lo que ha ocurrirdo con mí Caso qué, ya no solo presentó grabaciones de audio de mis maltratadores, también presentó como prueba documental, como un Militar de alto rango, envía un informe al Juzgado Militar Territorial de Santa Cruz de Tenerife donde, con su gran afán de perjudicarme ante la justicia militar, llega incluso a valorar mi vida privada, y lo que es aún peor, tiene la osadía y el atrevimiento de, revelar mis Secretos más íntimos. ¿Cómo con pruebas tan evidentes Majestad, se puede dejar impune de presunto delito a esta persona? No logro aún ni asimilarlo ni, de entender lo ocurrido.

Por ponerle otro claro y grave ejemplo: ¿Dónde queda el honor y gignidad del único testigo por aquel entonces que se prestó a declarar, el Ccomandante en retiro, D. Enrique Rojo Cofreces? Este buen hombre, amante de la Justicia y luchador de las Injusticias, declaró de forma rotunda, ¿y sabe usted con qué excusa se archivó dicha declaración?, diciendo el Tribunal Militar Central de Madrid que el citado Comandante no puede aportar el día y la hora de los hechos que relata en su testimonio. ¿Usted ve normal tan descabellada decisión? ¿Dónde queda ese Honor, esa Dignidad del Comandante? Se la han pisoteado por completo, y así se siente el mismo.

Por otro lado Majestad, pongo en su conocimiento qué, como bien usted sabe, existe dentro del Ejército de Tierra, el Protocolo Anti Suicidio pues bien, a mí jamás se me aplicó todo lo contrario, cada vez que salía de alguno de mis 6 ingresos, más y más si cabe, presión, persecución y daños psicológicos. ¿No cree usted, que es más que entendible qué en su momento y en la actualidad, siga pensando lo mismo?, ¿qué ocurría aquí?, ¿se estaba buscando verdaderamente que cometiera una locura y acabará con mi propia vida? He sido yo quien lo ha pasado, quien lo ha sufrido por lo tanto, más que justificados mis propios pensamientos.

Me da mucha lástima Majestad, haber comprobado tras el infierno que me ha tocado vivir qué, nuestro Ejército, el cual es usted, el único Capitán General de todos los Ejércitos por Tierra, Mar y Áire, se haya convertido por culpa de unos pocos, en un auténtico Cortijo. Me refiero a esos Generales del Ministerio de Defensa que año tras año, y década tras década, se repiten los mismos nombres, los mismos apellidos. Creo que nuestras Fuerzas Armadas, son la herencia de todo el pueblo español y no, de cinco Burgueses afincados en ella.

 

Majestad, siento por Usted auténtica devoción, admiración y respeto. Por ello y disculpe mi atrevimiento pero creo qué, ya es hora de actuar por su parte. No me cabe duda alguna, hablo por mi propio Caso qué, por parte de ese Ministerio a Su Majestad, se le ocultan muchos datos, muchos sufrimientos injustificados, muchas aberraciones y muchos infiernos. No culpabilizo en general a las Fuerzas Armadas, sería muy despreciable por mi parte y de auténtico traidor a nuestra Patria ya que en la misma, he tenido la gran suerte de conocer, Compañeros y Superiores Jerárquicos maravillosos. Son unos pocos pero esos pocos Majestad, son capaces de destruir vidas entre ellas, la mía, como así han hecho.

Ahora, tras 19 años de Servicio y Juramento a mi España querida del alma, me toca en esa huelga que le comento en ésta, su carta abierta que le dirijo, pasar por hambre, frío, viento y lluvias, llantos cuando me entren mis bajonas y, dormir en un saco allí en la calle, a la interperie, para reclamar mis derechos.

Es inhumano que tenga que llegar a tal extremo. Se dice que somos la décimo tercera mejor Democracia del mundo pero, creo qué, por hechos como el mío y similares, no podemos alardear ni sacar pecho, de que vivimos en una Democracia Digna, más bien, Casos como el mío, es de tercer mundista.

Deseo de todo corazón, qué esta carta, pueda llegar a sus manos, y no solo ayudarme a mí, también a muchos más Compañeros que tiene su vida totalmente destrozada sin justificación alguna. Confío plenamente en Usted Majestad, confío de que le gusta que a sus Soldados, se les traten como lo que son, Profesionales, personas, con sentimientos alma y corazón, como igual qué el resto de Militares, incluyendo a esos Altos Cargos.

Ayúdenos Majestad, porque lo necesitamos. Tendré que lidiar con tantos imprevistos en la Huelga lleno de enfermedades y no es para nada justo, tener que sufrir aún más, por reclamar los Derechos qué me pertenecen, los mismos que me niega el Poderoso, Ministerio de Defensa.

Ya por último Majestad, he de contarle un episodio muy duro y triste para mí. En el mes de marzo del año 2018, fui Ingresado de Urgencia, en la Clínica Sant Jordi en Barcelona, ya qué por ingerir comida recogida de la basura, por falta de medios económicos y tener mucha hambre, cogí una Diverticulitis o lo que es lo mismo, una infección severa en el intestino. ¿Cree de verdad, que este es un buen final, que tenga que terminar así, después de tantos años como Soldado de la Patria?

Sin más, me despido de usted. Seguiré luchando en esta vida, aunque ya no entre filas, por S.M. El Rey, por el órden Constitucional, y por la libertad e igualdad de todos los Españoles. Así lo juré en 1996 con el Servicio Militar Obligatorio y, así lo juré en marzo del año 2000, como Soldado Profesional de Tropa y Marinería.


¡A España servir hasta morir!

Muy Atte: Agustín Ángel Fariña Peña, Soldado de Infantería Ligera de nuestra gran Nación.

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