Por la excelencia educativa

Su Majestad el Rey inauguró el curso universitario en Cádiz, con un oportuno discurso acerca del carácter esencial de la educación en una sociedad moderna y desarrollada. Don Juan Carlos destacó la necesidad de buenos científicos y creadores, así como la conveniencia de promover la innovación como elemento fundamental para mantener la competitividad en un mundo globalizado. En este contexto, hay que recuperar valores como el esfuerzo y la excelencia, premiando a los mejores alumnos y reconociendo el mérito y la capacidad. Hace tiempo que están desprestigiadas las técnicas pedagógicas supuestamente encaminadas a favorecer la igualdad, pero que concluyen siempre con una nivelación “a la baja”. Cuando falla la escuela, no se transmiten de forma adecuada ni los conocimientos ni los valores cívicos imprescindibles para la convivencia democrática. Con profesores desmotivados —y no pocas veces asustados— no es posible un mínimo de rigor en la enseñanza ni las aulas pueden actuar como una genuina escuela de ciudadanía. Más allá de las urgencias partidistas, la educación es el gran desafío que nuestro país debería afrontar de una vez por todas sin dejarse arrastrar por ideologías intransigentes.