La fortuna de los Pujol

Durante casi 40 años nos hemos preguntado dónde estaba el dinero que Jordi Pujol expolió de Banca Catalana. Ahora tenemos la respuesta: en un paraíso fiscal. Cuando se le acusó de haber robado, se envolvió en la bandera catalana sacando, como siempre, el victimismo separatista, para que la Justicia le dejara rápidamente en paz. Nos dice que es la herencia de su padre, claro, el fundador de Banca Catalana, quien tras atornillar a los dueños de los pequeños bancos de los pueblos de Cataluña, consiguió hacerse con el imperio económico que su hijo expolió. Ese dinero es el que sentó las bases para forjar la fortuna de los pujoles hijos, con un empujoncito del puesto que ocupaba su padre. Ahora, cuando Hacienda lo ha “cazado”, ha tenido tiempo de regularizar la situación de su capital, pero claro, acogiéndose a parte del perdón que el Gobierno ha dado a los ladrones de guante blanco. Estos ladrones no merecen perdón, debería obligársele a entregar todo el dinero existente en esas cuentas, sin más miramiento, y que dicho capital pasara a engrosar las arcas del Estado.

 

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