Hay fundamentos para la denuncia

La respuesta de portavoz del PSOE, López Garrido, a las informaciones aparecidas sobre la denuncia del "fundamentalismo laicista y anticatólico" en España, hecha por el cardenal Herranz, no hacen más que dar la razón al cardenal. Los hechos lo confirman, en un año de gobierno: el matrimonio homosexual, el divorcio-express, la enseñanza de Religión en las escuelas, el cuestionamiento de los Acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede.

Además, el gobierno socialista va a elaborar en los próximos meses un "Estatuto de Laicismo" según el cual hay que acabar con lo que consideran "sobre financiación de la Iglesia católica".

Aunque lo más preocupante no es esa moda anticatólica en España que llega a acomplejar a su mayoría católica. Lo verdaderamente grave es que un sector considerable de la sociedad parece haber interiorizado una peligrosa inversión de principios: "La libertad os hará libres", como dijo el presidente Rodríguez Zapatero. Pero sin referencia a la verdad (del matrimonio, de la familia, de la vida, de los derechos de los neonatos, de la trascendencia.), en este contexto los derechos son tan sólo propinas que regala el poder. El mencionado cardenal Herranz, en su homilía, recordaba una frase de san Pablo: "Prometen la libertad, pero ellos mismos son esclavos de la corrupción". Para que más palabras.