Gente pa tó

Tiene que haber "gente pa tó" profirió Rafael Gómez "El Gallo", torero de época y hermano del legendario Joselito en el momento de conocer el trabajo de Ortega y Gasset como filosofo.

Y sí, es cierto que en esta España que actualmente padecemos hay "gente pa tó", caso de Podemos cuyo jefe y referente cuestiona la democracia en España, país cuyo Gobierno vice preside con manifestaciones que solo serían propias en un indeseable y refrendadas, entre otras, por el hecho, eso dice él, de haber encarceladas personas por sus ideas y acreditadísimos artistas.

"Gente pa tó", que como es el caso del vicepresidente del Gobierno D. Pablo Iglesias y la ministra de Igualdad Dña. Irene Montero, las personalidades más relevantes del grupo de Unidas Podemos que disponen o disponían para el servicio doméstico, como niñera de sus hijos, de una mujer que "según los medios", compaginaba dicho trabajo con servicios en el Ministerio de Igualdad. Por tanto y de ser cierto, lo que no han negado ayer miércoles en el Parlamento indicaría, al no tratarse de una señora cualquiera, que se consideran miembros destacados de una nueva nobleza en que los servicios deben ser prestados por una persona de su casta pagada, eso sí, con nuestros impuestos.

"Gente pa tó", perteneciente a acreditados partidos de acristalada raigambre democrática como Bildu que considera que ser artista, es lo más similar a lo que realiza un sujeto conocido por Hasel, motivo por el cual no debe extrañar que uno de sus diputados haya reclamado hoy, con el apoyo incondicional de Unidas Podemos, la libertad inmediata de esta, cuanto menos "extraña criatura", un fenómeno cuya más florida manifestación o expresión artística es revolcarse en sus propios excrementos, cuestión que pone de manifiesto que su destino inmediato y en esto estoy de acuerdo con los "demócratas" que le azuzan no es la cárcel sino una institución psiquiátrica posiblemente de por vida, tal es el estado absolutamente devastado de un cerebro que evidencia un comportamiento psicopático agresivo y asocial avalado por graves antecedentes penales.

"Gente pa tó", como el colectivo de los llamados y se tienen por artistas "normales" quienes, con su silencio, confirman se sienten fielmente representados por semejante, en mi opinión psicópata en aparente acuerdo con grupos tan democráticos como los mencionados que confunden arte con la acción de vomitar bilis sobre personas de psiquis normal, manifestaciones artísticas emanadas de tan egregio artista e intelectual que parece que Echenique y su grupo maneja a distancia que insisto, hace tiempo debió, en mi opinión ser recluido en alguna institución para enfermos mentales, si aún queda alguna plaza libre en este país.

"Gente pa tó", cuanto menos para manifestarse ante la sede de este Gobierno presidido por el Dr. Sánchez, gobierno conocedor ya teníamos "dentro" el "COVID-19" y cerró los ojos a la tragedia que se venía encima por conveniencia política, porque convenía a los intereses de una y otra formación que lo conforman y que podía suponer, supuso y sigue suponiendo la muerte de decenas de miles de personas, algunas incluso asistentes a manifestaciones propiciadas y encabezadas por nuestra vicepresidenta primera y la ministra de Igualdad quienes, con la esposa del Dr. Sánchez quedaron infectadas, aunque posterior y felizmente recuperadas, no como otros muchos miles que no han tenido "tanta suerte".

"Gente pa tó", en una "región" en trance de elegir a un educadísimo pero nunca creíble exministro de Sanidad, quien abandonó su puesto en plena crisis sanitaria para intentar presidir el gobierno de dicha región, persona incapaz de siquiera haber contabilizado los cadáveres de la pandemia hasta su marcha y de cuya gestión era responsable, más todavía, un incapaz para priorizar las acciones encaminadas a minorar sus consecuencias y de enviar a la muerte probable y en muchos casos confirmada por falta de equipamiento que, carecieron del asesoramiento inicial de personalidades sanitarias de gran prestigio que había entonces y también hoy.

"Gente pa tó", que hace pensar que el mundo ha sido también contaminado por otro patógeno aún más mortífero y claramente irracional que nos ha contaminado a todos, el miedo, emoción primaria que en la forma interesada se está gestionando y nos cambiará seguramente para mal.

Y es por todo lo anterior que lanzo la que creo es la pregunta que nos hemos de formular.

Aparte de toda esta gente que aquel gran torero definía, aunque con intención diferente como "gente pa tó" pregunto: