La guerra nunca es la solución

Paz.

Lo que está ocurriendo en Ucrania me destroza el corazón. No puedo hacer nada por fortalecerlo, los añicos rasgan mi alma por dentro sin dar tiempo a que nazcan las cicatrices. Tengo una resaca emocional enorme, no hay borrachera que pueda superarla. Apenas he dormido, las ojeras me llegan al suelo, arrastran mi miedo por los adoquines de Madrid.

Me duele el mundo. Me duele la humanidad. Decía John Lennon que imaginásemos a todo el mundo viviendo la vida en paz. Pero ahora no nos basta imaginar: ahora la realidad nos golpea de golpe y de frente sacándonos de nuestros mundos de fantasía. No hay Juego de Tronos, Señor de los Anillos o Hogwarts que pueda sacarnos de la realidad. Ya está superando con creces a la ficción.

Después de la pandemia, un conflicto bélico que puede suponer el origen de una tercera Guerra Mundial solamente puede desestabilizar a la sociedad, a los individuos, a las personas. Nos puede dejar K.O. física y psicológicamente. Sin retorno.

Nos dan miedo las cifras de suicidios que hay en la actualidad. Pues preparémonos para lo peor. El miedo es nuestro peor enemigo. La guerra nos va a demoler. Pero no quiero ser catastrofista.

Lo que está claro es que la guerra nunca es la solución. Busquemos la paz. Siempre.

Vídeo del día

Feijóo confirma a Dolors Monserrat, que repetirá como
candidata del Partido Popular a las elecciones europeas