Ilegalidades
Ha tenido que ocurrir la desgracia de ese niño de Málaga y el sufrimiento de todos para que queden claras varias y muy funestas ilegalidades que la política de este país permite sin apenas preocupación.
Antes de seguir, quiero resaltar la labor que desarrollan los mineros, la guardia civil, los bomberos y un sinfín de trabajadores y empresarios honestos que, unos con sueldos ridículos y los otros viéndoselas para poder hacer frente a sus "obligaciones" con el Erario o la Seguridad Social, han demostrado que efectivamente este es un gran país; cierto, pero lleno de mercachifles y políticos que mientras se toman un Cardhu con hielo se embolsan entre ¡6.000 y 10.000 € al mes! con el mínimo riesgo salvo un infarto o ictus por su prolongada inactividad. "C´est la vie" que dicen los franceses, la buena vida para ellos solitos, obviamente.
Al parecer hay en España más de un millón de sondeos como el que se ha tragado a Julen sin ningún tipo de licencia administrativa ni proyecto de ningún tipo. Todo un ejemplo de cómo funciona la Administración en nuestro país: plagada de ilegalidades para fomento del famoso clientelismo que hace ganar siempre las elecciones. Y si ocurre alguna desgracia, pues que se va a hacer: aguantar el tipo loando a los pobres guardias civiles, mineros, bomberos y el resto de los que tratan por todos los medios de que no pase a mayores y siguiendo ellos su expolio al son de los usureros poderes financieros y la escoria política que practican.
Pero no son sólo los sondeos o los pozos las únicas ilegalidades que predominan en este, ciertamente, solidario país. Para que se hagan una idea de lo que significa "proteger" negocios ilegales, les voy a reseñar un par de cosillas del pueblo donde vivo (la mayoría de localidades de cualquier provincia española están en las mismas condiciones con casi total seguridad): Los políticos, reitero, para fomento del clientelismo permiten edificios de tres plantas sin proyecto (caso de una clínica médica), y no conforme con el riesgo que supone para las personas que la visitan si se viene abajo por alguna circunstancia y mata a unas cuantas, contratan servicios como la prevención de riesgos laborales de los trabajadores del Ayuntamiento con dicha clínica. Si la desgracia ocurre, Dios no lo quiera (con los trabajadores del Ayuntamiento es difícil, pues, al parecer, los reconocimientos obligatorios no se realizan, dándose la consiguiente ilegalidad sanitaria) nos encomendaremos a lo que puedan hacer los pobres bomberos y guardias civiles en el rescate de los que perezcan, y luego les felicitaremos por su encomiable labor y "a seguir viviendo". Y para no alargarme, sólo decirles que en esa famosa "Isla del Zújar" hay, si mal no recuerdo, ¡dieciséis edificios! realizados, presuntamente, sin proyecto alguno a pesar de haberse invertido más de ¡siete millones de euros! en dotar las instalaciones de todo tipo de "comodidades" por parte de la Administraciones Públicas. Amén de que en este pueblo, además, paga quien paga, pues ni la casa donde vive el Alcalde ni la propia oficina del OAR pagaban su IBI (y puede que sigan sin hacerlo), por citar solo algunos casos de entre los que han dado lugar a que, según el BOP se hayan perdido en los últimos veinte años aproximadamente, unos ¡ocho millones de euros! de recaudación de un Ayuntamiento con menos de 6.000 habitantes ya.
