La “magia” del Presidente Sánchez
Es de todos sabido que para el gobierno de una nación la función prioritaria y más importante es la gestión de los presupuestos. Es decir el dinero que de una u otra forma: recaudación, deuda soberana…etc., permite subvenir a las necesidades asistenciales de una nación. Hoy se llaman políticas sociales: educación, sanidad, inversión en obras públicas…etc.
Dicho lo anterior, comprendemos que todo gobierno quiere tener aprobados, en una democracia, los Presupuestos Generales del siguiente año con el tiempo suficiente para planificar su ejecución. Lo que normalmente da estabilidad al Gobierno que está en ejercicio. Y así mismo a la nación.
Dada la manera en que el presidente Pedro Sanchez accedió al cargo, no está gobernando con sus presupuestos, y como consecuencia de la debilidad parlamentaria de sus 84 diputados, pues los restantes 97 con los que alcanzó la mayoría absoluta para derribar el anterior gobierno fueron y son totalmente interesados; funciona como un Gobierno en Funciones.
Y así, está yo diría que obsesionado con aprobar los PGDE del próximo año cuanto antes, para dar esa sensación de estabilidad, que a su vez le permitiría seguir gobernado hasta el año 2.020. Es decir gobernar lo que resta de legislatura. Pero… eso así era hasta hace muy poco tiempo, aunque no estuviera escrito.
Ya, la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado no es sinónimo de estabilidad.
Sr. Presidente, eso es lo que Usted se ha cargado, o puesto en evidencia, al derribar el anterior Gobierno. Gobierno que había aprobado días antes los Presupuestos con los que Ud. Gobierna ahora. Y cómo los socios que tiene, son lo que son y cómo son; le pondrán más pronto que tarde en un dilema: o convoca elecciones Generales o pueden hacerle cruzar sin Ud. darse cuenta la línea rojísima de poner en riesgo la seguridad del Estado. Y con el Gobierno de una nación no se puede “hacer magia, como con una “tesis”.
