El matrimonio no es progreso

El matrimonio es una institución feudal creada por el hombre para dominar a la mujer. Es un contrato represivo que perpetúa estructuras típicas de una sociedad patriarcal. Existen numerosos estudiosos sociológicos contemporáneos que así lo demuestran. No me parece una medida progresista que los homosexuales demanden la equiparación de sus uniones con una figura jurídica anticuada, del antiguo régimen. Señoras lesbianas, señores gays, ¿quieren ustedes entrar en la dinámica de una institución, que al fin y al cabo es un invento de la Iglesia a la que ustedes critican? Seamos progresistas de verdad, si se consigue la equiparación, se le estará dando oxígeno a una forma de unión que decae por sí misma porque no se adapta al progreso real de nuestras sociedades. Libertad sin contratos medievales.

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