Las mentiras de Rubalcaba

Cuando eres niño, lo peor de mentir a tu madre no es el miedo al castigo, si no lo mal que lo pasas mientras contestas a sus insistentes preguntas. Te sudan las manos, tartamudeas y te pones a la defensiva: “Es que siempre tengo que tener yo la culpa”. Algo similar le ocurre a nuestro ministro del interior cuando el PP le pregunta por SITEL.

Y los ciudadanos nos preguntamos: si no tiene nada que ocultar, ¿por qué pierde los papeles cada vez que le hablan del tema y trata de callar a la oposición con frases como: “O denuncian Sitel ante los Tribunales, o se callan”? Y la confusión se acrecienta cuando escuchamos escandalizados incidentes como el que tuvo lugar entre Rubalcaba y el diputado Carlos Floriano, con insultos y amenazas por parte del primero. Si el pueblo espera algo del gobierno en tiempos de crisis es sinceridad, claridad y respeto. Por desgracia, seguimos esperando.