El Ministerio de Universidades o la vuelta a la caverna: sectarismo, ignorancia y desmemoria
Hace unos días escribíamos sobre la Ley Celaá y el ministerio de la desmemoria en este mismo periódico para referirnos a la reforma educativa que está proyectando el Ministerio de Educación. Reducir contenidos memorísticos para incrementar la ignorancia y el fanatismo. Las últimas declaraciones del ministro de Universidades, Manuel Castells, sobre el asesinato de Leopoldo Alas “Clarín” por los fascistas al comienzo de la Guerra Civil, corrobora la incultura y el despropósito de un Gobierno que le importa muy poco la verdad histórica.
El ministro confunde al autor de “La Regenta” que murió víctima de una tuberculosis intestinal en 1901, con su hijo, Leopoldo Alas Argüelles, rector de la Universidad de Oviedo y miembro del Partido Republicano Radical Socialista que fue asesinado durante la Guerra Civil. Acto, por supuesto, totalmente reprobable. Sin embargo, no fue el único profesor universitario que desgraciadamente sufrió el horror de la barbarie. ¡Pero hombre, señor ministro, cómo se atreve a ser tan sectario! Es verdad que la ignorancia es muy atrevida y que en nuestros días con la nueva ley Celaá tampoco vamos a “aprender a aprender” quién fue Clarín y si fue o no asesinado por los fascistas. A veces pienso que cada día estamos más cerca de la caverna.
Pero antes de que esto suceda merece la pena recordar que el catedrático de Derecho Romano, Melquíades Álvarez, precisamente amigo de Clarín, fue asesinado en la cárcel modelo de Madrid por los milicianos rojos. El también catedrático de Derecho, Francisco Beceña González, que dio clases en la Universidad de Oviedo, fue asesinado por el bando republicano. El catedrático de Derecho Administrativo y antiguo rector de la Universidad de Oviedo, Jesús Arias de Velasco, también fue asesinado por no apoyar al Gobierno Republicano después de ser obligado a presenciar la muerte de sus dos hijos. Mejor suerte corrieron aquellos profesores que en Madrid, como Ortega y Gasset o Manuel García Morente, fueron coaccionados y amenazados de muerte para firmar el Manifiesto de los intelectuales en favor de la República para después acto seguido exiliarse.
Puestos a recordar señor ministro de Universidad por qué no mencionar la destrucción de la Universidad de Oviedo por las hordas revolucionarias en octubre de 1934. Aquel incendio no solo devastó importantes obras de arte, sino también la destrucción de su Biblioteca, causando daños irreparables con la pérdida de miles y miles de libros, muchos de ellos incunables.
