Tras la muerte de un magistrado

 "El Gobierno quiere renovar pronto el Tribunal Constitucional (TC) porque salen tres conservadores" decía un subtitular de un artículo publicado en un medio catalán sobre el Estatuto de Cataluña. A partir de la muerte del vocal del TC, Sr. García Calvo, sin duda una grave pérdida para la magistratura española y para el mundo jurídico en general, y después de leer los titulares, editoriales y comentarios de algunos periódicos, especialmente catalanes y afines a las tesis oficialistas, a raíz de la citada muerte, se entiende que, en vida, García Calvo fuera víctima de furiosas campañas de descrédito y, por eso, su fallecimiento transciende el significado propio de la desaparición de un gran jurista y afecta de lleno al corto y medio plazo del TC, que es tanto como decir que afectará a las decisiones sobre leyes esenciales.

Estos hechos me han llevado a pensar que la independencia del citado Tribunal es una quimera. Es así que me pregunto ¿Es éste Tribunal quien ha de decidir sobre la constitucionalidad o no de temas de estado que, según como se declaren, pueden alterar substancialmente la estructura del mismo Estado? Uno de estos casos es la ley sobre el Estatuto de Cataluña. Pienso que, así las cosas (un tribunal sin independencia), sus decisiones podrán tener valor jurídico pero para muchos ciudadanos carecen de valor moral. Desgraciadamente, sobre este tema, muchos otros piensan como yo.

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