La ouija, el demonio y el infierno

El reciente estreno de "El exorcismo de Emily Rose", nos traslada a esa otra película: "El exorcista", basada en el hecho real de un joven que fue poseído por el demonio a través de la práctica de la ouija. Este "juego"(espiritismo con el vaso boca abajo) al que se aficionan cada día cientos de adolescentes entraña un riesgo real de posesión, según el exorcista madrileño P. Fortea. A diario, el demonio es invitado por los acólitos de las sectas satánicas y la masonería, a intervenir en el mundo. Un movimiento en contra del hombre y de su salvación eterna, en el que se desprestigia a la Iglesia, y la práctica religiosa, y se propala el aborto, la anticoncepción, la homosexualidad, la blasfemia y la promiscuidad sexual, encuentra entre los medios de opinión un fuerte aliado. La desgracia es que el infierno existe. Comienzan a publicarse libros de testigos que "vuelven" del infierno para contar la experiencia del lugar de tinieblas y sufrimiento eterno, que pone los pelos de punta.

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