De aquellos polvos vienen estos lodos

Parece un sarcasmo que los sectores económicos que más se han beneficiado con sustanciosos beneficios –a veces desorbitados- durante la época de bonanza económica, como las empresas inmobiliarias, las de fabricación de automóviles y los bancos, sean ahora las que más se han apresurado a pedir ayuda financiera al gobierno para superar la crisis.

Quizá sea necesario que éste les ayude con el dinero de todos para evitar males mayores, para que no se hunda el sistema y para que pueda recuperarse nuestra economía. Pero no estaría mal que, junto a ello, se vayan tomando medidas también para evitar en el futuro el afán y la posibilidad de beneficios desmesurados, puesto que de tales polvos provienen los lodos de nuestros actuales males.

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