La tortuga y el poste

En honor a los muertos por la pandemia y muy especialmente a cuantos tendrían que seguir vivos con nosotros.

Tengo para mí que es consustancial a nuestra especie la necesidad imperiosa de ser pastoreados, hoy decimos liderados, por individuos sin mérito ni bagaje alguno de lo que siempre entendimos por valores y a los que, sin embargo, entregamos el poder.

La respuesta podría apuntar a la "SUERTE" de estos últimos, cuestión no del todo rechazable de no tener en cuenta la definición atribuida a Séneca como "situación en que coinciden la preparación con la oportunidad" que, en absoluto se da en nuestros gobernantes actuales.

Es hecho contrastable que otorgamos el poder a individuos sin méritos reseñables, lo que podría encontrar respuesta en nuestra naturaleza, proclive a rehuir responsabilidades, dejando sean otros lo que tomen la iniciativa y el control de nuestras vidas.

Muchos hemos visto en WhatsApp una viñeta que se hizo viral de una tortuga encaramada en la parte superior de un poste, cuestión que indujo a preguntarme si la subida al mismo se debió a un milagro o al hecho también portentoso de una tormenta con descarga de tortugas.

Me inclino por el milagro, hoy nada extraordinario después de asistir al advenimiento del Dr. Sánchez a la Jefatura del Gobierno de España o al encumbramiento del licenciado "LILLA" a Ministro de Sanidad, "cuyo cese programado" ha sido pregonado en medios gubernamentales como una pérdida irreparable por, "agárrense", sus "RESPETUOSOS MODALES".

Nada sin embargo respecto a su trabajo al frente de un Departamento en que "debió gestionar" la mayor crisis sanitaria de la historia moderna y del que desertó en su momento más álgido, dejando el frente de esta cruenta guerra en manos de entes comunitarios carentes de medios jurídicos y-o materiales para la defensa y/o ataque del virus.

Acto de cobardía de un ministro, avalado y ensalzado por el Dr. Sánchez para, "agárrense todavía más fuerte", encabezar el proceso electoral en una "REGIÓN" española de un individuo al que, pasados los primeros días de campaña, me ha resultado difícil reconocer dada la luminosidad de su mirada y la tersura de su cara sin arrugas con inflexiones y registros de su voz en tono y volumen propios del ardor de un general durante la batalla.

Todo ello sin resto alguno de sus anteriores gestos funerarios y rostro ajado por la impotencia, sin el rictus en su cara de la boca y los ojos de cordero degollado con que se dirigía, sin mirarlos a la cara, a los parlamentarios que le increpaban y balbuceos que nos conmovieron, llevándonos a pensar se debían a tanta muerte y calamidad.

Ni yo mismo entiendo por qué digo GESTIONÓ, siendo hoy "mi opinión" que estamos ante un merecedor del Óscar al mejor actor secundario (El de actor principal no admite rival) y uno de los personajes más indecentes de esta espantosa tragedia en la que "TAN RESPETUOSAMENTE MENTÍA", una representación de tristeza impostada que me lleva a recordar que la más genuina "CORRUPCIÓN" es mentir a los ciudadanos de "forma consciente y predeterminada".

Prototipo de incapacidades manifiestas que confirman son ahora indispensables para acceder al Consejo de Ministros, que ha sido asignado a encabezar unos comicios electorales en la "región" catalana donde las urnas de los colegios electorales, si así conviene a sus intereses y los del PSOE, serán instaladas si ello fuera menester, en los tanatorios.

!!!POBRE ESPAÑA!!!