¿El último año de la crisis?

Los Presupuestos aprobados por el Gobierno son de una gran complicación y exigencia. Sin embargo, subyace en ellos la convicción de que las políticas cambian previsiones y mejoran escenarios. Las cuentas refuerzan por encima de todo el compromiso con el cumplimiento del déficit, ineludible para mejorar la financiación, el crecimiento y el empleo, bien. Los ajustes no evitan un apoyo a colectivos esenciales con más pensiones, gasto social y becas, además de mantener el I+D. Por contra, menos gasto de las administraciones. Se aspira con argumentos a que 2013 sea el último año de la crisis. ¡Ojala! Pero permítanme que dude.

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