Los gratuitos inventan nuevas estrategias: El Examiner de San Francisco recupera su tradicional distribución a domicilio

A inicios de 2003, el San Francisco Examiner despidió a la mayor parte de su plantilla, dejó de ser un medio de pago y se convirtió en un diario de distribución gratuita, buscando una salida a su crisis de audiencia. Año y medio después, recupera su tradicional servicio a domicilio.

A inicios de 2003, el San Francisco Examiner despidió a la mayor parte de su plantilla, dejó de ser un medio de pago y se convirtió en un diario de distribución gratuita, buscando una salida a su crisis de audiencia. Año y medio después, recupera su tradicional servicio a domicilio.

El cambio tiene que ver, según ha anunciado el San Francisco Chronicle, su principal competidor, con la llegada de un nuevo dueño a la casa. Philip Anschutz, un multimillonario de Denver compró el periódico en febrero decidido a llevarlo a sus antiguas cifras de venta. Hay que decir que el Examiner pasó de 300.000 ejemplares a 40.000 en sólo 40 años.

Entre las primeras medidas de Anschutz se cuenta un incremento sustancial de la plantilla de profesionales, una mayor cobertura informativa de los eventos principales de la ciudad y más páginas. El resultado de estas medidas ya se están notando. En estos momentos, el San Francisco Examiner dice tener una distribución diaria de 120.000 ejemplares.

Ahora, el Examiner recupera una de sus señas de identidad de antaño: el servicio a domicilio. Un estrategia llamada a devolver al gratuito a sus anteriores cifras de circulación.

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