Onda Cero estudia trasladar a Isabel Gemio a la tarde para dar el relevo a ‘Gomaepuma’ si falla la opción de Julia Otero: Luján Argüelles iría al fin de semana
En Onda Cero ya barajan candidatos para sustituir a Guillermo Fesser y Juan Luis Cano, el dúo más conocido como ‘Gomaespuma’ que abandonará el próximo mes de julio el magacín vespertino que conducen desde 2004. Una de las opciones pasa por no fichar a nadie de fuera y apostar por Isabel Gemio, una de las voces que ya “trabajan” en la cadena.
El “relevo” asumiría el reto de atraer, de nuevo, a la audiencia. Según el último Estudio General de Medios, el programa de Gomaespuma tiene 290.000 oyentes, una cifra que lo sitúa como la tercera opción de la tarde en la radio española.
Según han asegurado a El Confidencial Digital fuentes de la cadena, los directivos de Onda Cero tienen varias opciones sobre la mesa. Uno de los nombres que se están barajando es el de Isabel Gemio, que en la actualidad conduce los fines de semana el magazine “Te doy mi palabra”, aunque también es conocida por sus incursiones en televisión, al frente de programas como “Sorpresa, Sorpresa” o “Tengo una carta para ti”.
Este traslado podría implicar otro movimiento en la programación. Luján Argüelles que actualmente conduce “A ver si te atreves” en las madrugadas de la cadena, podría ser la sustituta de Gemio si, al final, se hace cargo de las tardes de Onda Cero. Luján tiene experiencia en esta franja vespertina ya que las cuatro últimas temporadas ha dirigido y presentado en verano el programa “La Orilla”, el magacín de tarde que reemplazaba en verano al programa de ‘Gomaespuma’.
Por cierto, que en esta lista oficiosa también aparece Irma Soriano, una de las chicas Hermida, que en los últimos años ha estado al frente de varios programas de la Televisión de Castilla y La Mancha.
Sin embargo, según estas mismas fuentes, la principal opción para la cadena sigue siendo Julia Otero, una elección queya adelantó días atrás ECD: léalo aquí. La periodista abandonó la emisora privada en el verano de 1999, tras un despido del que ella misma aseguró que se había hecho “con premeditación y alevosía”.
