Ante el distanciamiento entre los dos ejecutivos

Mensaje de los bancos acreedores del Grupo Prisa a Abril-Martorell: “No confiamos en Cebrián”

Piden que continúe como consejero delegado porque negoció con las entidades la refinanciación de los 3.200 millones de euros de deuda firmada en diciembre

Cebrián y ABril Martorell en una Junta de Prisa.
Cebrián y ABril Martorell en una Junta de Prisa.

Los bancos no quieren arriesgar ni lo más mínimo. Consideran que la labor de Fernando Abril-Martorell en Prisa es básica y es la persona en quien confían. El consejero delegado fue presidente de Credit Suisse en España y tiene una excelente imagen en el sector, todo lo contrario que el presidente, Juan Luis Cebrián.

Hay demasiado dinero en juego y Juan Luis Cebrián, presidente de Prisa, ha cometido importantes errores en la gestión de la compañía. Este es el argumento que manejan los bancos acreedores del conglomerado de medios, los mismos que dieron un balón de oxígeno a la empresa al refinanciar en diciembre los 3.200 millones de euros de deuda de la empresa.

Porque, a cambio de esa refinanciación, las entidades otorgaron unos plazos flexibles a los gestores para que redujeran su abultada deuda mediante la venta de activos y la reducción de costes. Esas desinversiones se van poco a poco produciendo y los despidos y las bajadas de sueldos, también.

En ese proceso, liderado por Santander, CaixaBank y HSBC y que da un margen de seis años a la empresa para desprenderse de los activos, la banca sólo confía en Abril-Martorell. “Le han mandado el mensaje claro de que no se puede marchar de la compañía. Al menos, de momento. Fue con él con quien negociaron el acuerdo de refinanciación, en él confían, y de Cebrián recelan porque ha cometido varios errores”, explican fuentes del mercado.

Entre esos errores citan sin ninguna duda la decisión de realizar una OPA por el 100% de Sogecable en 2007. Ese es uno de los orígenes de la situación actual de la empresa y en la mente de todos está la jugada perfecta que hizo César Alierta, presidente de Telefónica, al acudir a última hora a la OPA y obtener 650 millones de euros por el 17% de la empresa y comprar meses después el 21% por 470 millones.

Distanciamiento

La reacción de la banca viene motivada por los cada vez más insistentes rumores de la posible marcha de Abril-Martorell de la empresa. El distanciamiento entre los dos dirigentes, pese a la imagen de cordialidad que mostraron ambos en la Junta de Accionistas de la compañía del pasado lunes, es reconocido ya incluso dentro de la compañía de medios.

Algunas fuentes señalan que, en realidad, ya sólo falta la venta de Digital + para que la compañía ya tenga unas cifras de deuda asumibles. “Y en ese momento su labor en Prisa estará más cerca de haber llegado a su fin”, explican.

El problema es que la venta de Digital + es muy difícil. Según reconoció el propio Abril-Martorell en la Junta de Accionistas de este lunes, el derecho de tanteo que tienen tanto Telefónica como Mediaset sobre el 56% que mantiene Prisa en la televisión de pago está dificultando una operación que se ha anunciado como inminente en varias ocasiones. La última, este mismo lunes por el diario italiano La República.

 

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