El PSOE pacta con el PP, a un año de las generales, un presidente para RTVE experto en Informativos y cercano a un selecto compañero de basket de ZP

Los principales medios de comunicación han celebrado este fin de semana la noticia: Luis Fernández desembarcará, casi con toda probabilidad, en la nueva estructura que ha diseñado el Gobierno para RTVE. Su pasado profesional, notablemente marcado por los puestos de relevancia que ha ocupado en el Grupo PRISA, ha sido acogido con cierta indulgencia por parte de la prensa generalista, subrayando un prestigio en el sector televisivo que muy pocos discuten.

El diario El Mundo, por ejemplo, optó el pasado sábado por otorgar a Luis Fernández “un margen de confianza” y juzgarle por sus hechos futuros, además de alabar la gestión de Eduardo Zaplana en la negociación con el Partido Socialista. Y es que el PP parece haber aceptado el candidato propuesto por los socialistas porque el grupo mayoritario en el Congreso de los Diputados iba a terminar imponiéndolo y porque a cambio de este apoyo, los “populares” han obtenido un sillón más en el futuro Consejo de Administración del Ente Público.

Sin embargo, algunos analistas del sector televisivo llaman la atención sobre dos hechos de gran relevancia que subyacen tras esta designación del PSOE: en primer lugar, los socialistas han situado en Prado del Rey a un experto en Servicios Informativos; y, por otro lado, esta candidatura viene avalada por personas muy concretas, que ya intervinieron en la designación de Carmen Caffarel, la actual directora general de la casa.

En la biografía personal de Luis Fernández aparecen diversos hitos significativos, como su comienzo profesional en la Cadena COPE, una etapa que duró siete años y que le llevó a ocupar, con 24 años, una jefatura de redacción. También trabajó en la productora de televisión del Grupo PRISA, Plural Entertainment, desde donde logró algo inédito: la venta de una serie de televisión española en Miami.

Sin embargo, la ‘especialidad’ de Luis Fernández no son los contenidos sino los Servicios Informativos. Ahí es donde se forjó gran parte de su prestigio, tras ocupar la dirección de los noticiarios de la Cadena SER, de Canal Plus y de Telecinco. Hay que recordar, por cierto, que como confirmaba este sábado el diario El País, Luis Fernández tuvo que abandonar en el año 2000 la cadena que dirige Paolo Vasile por presiones del Gobierno de José María Aznar, quejoso por el tono beligerante y tendencioso de su línea editorial.

En este sentido, el propio Luis Fernández ha reconocido que él se considera un profesional “independiente pero no neutral”. Quienes han trabajado a su lado, destacan su simpatía –que en ocasiones llega a ser militancia- por las políticas de izquierda. Pero también advierten: “no es un comisario político al uso. Si un día considera que un partido de izquierdas ha metido la pata no tendrá ningún rubor en que hacerlo patente. En ese sentido es independiente. Pero sintoniza mucho con las ideas de izquierdas”.

Los hechos parecen confirman este diagnóstico. Optó a finales de los noventa por unos Telediarios muy críticos con el Ejecutivo Aznar pero, a su vez, no tuvo inconveniente en emitir en la Cadena SER unas cintas con grabaciones muy comprometedoras de José María Benegas.

Por último, está la cercanía del futuro presidente de RTVE a José Miguel Contreras, consejero delegado de La Sexta, uno de los selectos compañeros de basket del presidente del Gobierno en La Moncloa y señalado reiteradas veces como el actual ‘asesor televisivo’ de José Luis Rodríguez Zapatero.

No hay que olvidar que Luis Fernández continúa hoy vinculado como consejero delegado a Promofilm US, la división del Grupo Imagina en Miami. Imagina es el holding resultante de la fusión del Grupo Árbol (Globomedia) y Mediapro, que detenta la mayoría accionarial –con Televisa- en La Sexta, la cadena donde ahora trabaja principalmente Contreras.

El nombramiento de Luis Fernández como nuevo presidente de RTVE se producirá, si el trámite parlamentario no encuentra obstáculos a su paso como es de prever en las condiciones actuales, a un año y medio escaso de las elecciones generales, que tendrán lugar en 2008… si Rodríguez Zapatero no decide adelantar la cita con las urnas.