Paolo Vasile y Rajoy acercan posturas. El balance después de las críticas al Gobierno, Bárcenas y los desahucios les lleva a concluir que lo rentable es ahora el entretenimiento

La relación entre la dirección de Mediaset y el Gobierno de Mariano Rajoy atravesaba hasta hace un tiempo por un periodo de especial tensión. Sin embargo, en las últimas semanas, el Ejecutivo y el grupo de Paolo Vasile han acercado posturas.

Según ha podido saber El Confidencial Digital, Telecinco y Moncloa han dejado atrás sus desencuentros y han iniciado un clima de colaboración y entendimiento. Para el Gobierno, Telecinco y Cuatro ya no son dos cadenas ofensivas con ellos.

La iniciativa ha sido mutua: los directivos de Telecinco transmitieron al equipo de Mariano Rajoy que su intención no era la de arremeter a diario contra el Gobierno. Mediaset no es ‘antiRajoy’, llegaron a trasladar desde Fuencarral a Moncloa, sino que su único objetivo es la rentabilidad.

Mediaset, por tanto, ha dado orden de dar por finiquitada la tensión política contra el Gobierno y con el PP. No habrá más críticas infundadas en los programas del Grupo.

A cambio, el Ejecutivo de Rajoy ha tendido la mano y ya se ha celebrado alguna reunión de carácter privado entre altos cargos de Moncloa y los directivos de Mediaset en la que ambos han acercado posiciones.

Cada vez menos política

La cúpula de Mediaset ha tomado la decisión de ir reduciendo progresivamente la presencia de la política de su programación. En los despachos del grupo han concluido que la situación que vive el país es especial y que la confrontación política en televisión les es cada vez menos rentable.

Los directivos de Mediaset, por tanto, han valorado que lo mejor es dejar a un lado la política en su programación y centrarse en lo que verdaderamente saben hacer: el entretenimiento, que también es el auténtico puntal del grupo. De hecho, en Mediaset solo queda ‘El programa de Ana Rosa’, ‘Las mañanas de Cuatro’ y ‘Te vas a enterar’ como los únicos formatos de política ‘dura’ de la programación.

En esta decisión se encuadra además la eliminación de la parrilla de ‘El gran debate’, de Jordi González. Además de la renuncia de los políticos del PP a acudir a la tertulia, la dirección de Mediaset también ha concluido que se trata de un programa incómodo para el Gobierno de Mariano Rajoy. Su eliminación ha sido bien recibida en Moncloa.

Efectivamente, tras 86 ediciones, en los despachos del Grupo Mediaset se tiene constancia de que, durante los últimos meses, los contenidos de ‘El gran debate’ han supuesto a la compañía varios problemas en su relación con Moncloa.

 

Problemas con el Gobierno y el PP

En el equipo de Rajoy no gustaban algunos contenidos políticos de Mediaset, como las continuas críticas vertidas hacia el Ejecutivo en ‘El gran debate’, la cobertura sobre el caso Bárcenas y la intensa atención a los desahucios que se ha prestado en el debate de los sábados.

Hay que recordar que una portavoz del PP se puso en contacto con Jordi González para que leyera en directo el siguiente mensaje de texto: “Te pido que Jordi González anuncia en el programa esto: dirigentes del PP que están viendo el programa estudiarán la interposición de la acción que corresponda ante las informaciones que se están difundiendo en El gran debate”.

Hasta hace unos meses, por tanto, había diferencias y tensión con el Gobierno. Pero ahora, como decimos, se ha iniciado una etapa de acercamiento.

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